Tan siquiera se atienden, sostienen, «las necesidades de las unidades de Radioterapia, en las que el técnico superior en Radioterapia está sin protección suficiente, trabajando en contacto directo con pacientes oncológicos, ya de por sí inmunodeprimidos por los tratamientos que aplicamos, lo que supone que este profesional sanitario pueda ser vector de transmisión del COVID-19 o resultar contagiado por el paciente afectado».
Para estas organizaciones, estos protocolos y procedimientos «son responsables de que en hospitales y centros sanitarios no se nos dote de equipos de protección individual efectivos, poniendo en riesgo nuestra salud, la de los pacientes y la del resto de profesionales, y cuestionan todas las medidas pensadas para detener la propagación de COVID 19». En concreto, los representantes de SIETeSS, COPTESSCV y SETSS arremeten contra el Procedimiento de actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2, del 26 de marzo, que consideran «un atentado a la salud de los TSS».
Además, aseguran que, cuando se refiere a los «contactos estrechos», el documento debería incluir, además de a los pacientes, «las muestras biológicas», y señalan que su contenido «contraviene lo dictado por la Organización Mundial de la Salud y cualquier protocolo de salud y seguridad laboral».
«Hemos ampliado las actuaciones ante las unidades de Salud Laboral y seguiremos denunciando esta aberración realizada por expertos que ignoran nuestras funciones –algo inaceptable en una crisis sanitaria como esta– ante los tribunales de Justicia, el Comité Técnico del MSC para la crisis COVID-19 y a la Organización Mundial de la Salud», concluyen los representantes del colectivo, que advierten de que la «irresponsabilidad y las consecuencias vertidas en estos documentos tendrán que asumirlas todos los firmantes de esta aberración».